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CUANDO DIOS DECIDE VISITAR UNA FAMILIA

Corría el año 1973, en las frescas montañas del estado Mérida, en Venezuela, donde se encuentra el tranquilo y pintoresco pueblo de Mesa de Quintero. En aquel rincón olvidado por el ruido del mundo, la vida transcurría al ritmo de la naturaleza y las estaciones. Era un lugar donde el tiempo parecía detenerse, pero el cielo ya se estaba moviendo.

Armando García, un joven sencillo pero de alma inquieta, no imaginaba que una noche ordinaria se convertiría en el punto de partida de una historia que transformaría generaciones. Aquella noche, al encender su radio, captó la frecuencia de Radio Trans Mundial. Desde la lejanía, la voz poderosa y apasionada del evangelista Yiye Ávila atravesó las montañas y entró directamente a su corazón. Era un mensaje de salvación, esperanza y poder. Armando, con lágrimas en los ojos y el alma conmovida, extendió su mano hacia el aparato, como si pudiera tocar la fe misma, y allí, solo en su cuarto, recibió a Jesucristo.

Ese momento, invisible para muchos, fue la explosión de un avivamiento que se expandiría como fuego entre la maleza. No era solo una decisión personal; era un llamado profético que tocaría a su familia, a su pueblo y, eventualmente, a naciones enteras.

EL AVIVAMIENTO EN MESA DE QUINTERO

Pasaron los años, y en 1982, como si el cielo hubiera agendado una visita especial, un grupo de misioneros de los Andes llegó a Mesa de Quintero. Con zapatos gastados y corazones encendidos, hombres como Antolín García, José y Clemente Méndez, Héctor Acosta y Pedro Barajas caminaron entre las casas humildes llevando una sola cosa: el Evangelio de Jesucristo.

Las puertas se abrieron, y las familias de Isidro Méndez y Bernabé García escucharon, creyeron y abrazaron la fe. Las reuniones comenzaron en la casa de Isidro, que pronto se convirtió en un altar improvisado donde el Espíritu Santo se manifestaba con poder. Lo que parecía un simple encuentro de vecinos, era en realidad el nacimiento de una obra celestial.

LOS PRIMEROS PASTORES Y EL DESTINO EN MARCHA

En 1985, Dios siguió escribiendo la historia con la llegada del pastor Moisés Vera y su esposa, Magali. Ellos no solo predicaban, sino que discipulaban, abrazaban, lloraban con los nuevos creyentes y edificaban comunidad. En 1987, la familia García se trasladó a San Rafael de Canaguá, Barinas, donde continuaron encendiendo fuegos espirituales.

Como en los días del libro de los Hechos, la semilla fue plantada, regada y cuidada. Pero el crecimiento lo daba Dios.

UN SUEÑO, UN LLAMADO, UNA MISIÓN

En 1999, Onías García —el hermano de Armando— tuvo un sueño profético que lo sacudió. En la visión, él se encontraba rodeado por la oscuridad, pero el sonido de un estruendo en el río lo atrajo. Al acercarse, vio embarcaciones repletas de provisiones. No eran cosas materiales solamente; eran recursos celestiales, milagros, respuestas y esperanza.

Ese sueño no fue una fantasía. Fue un llamado divino para convertirse en canal de bendición, un eco del cielo que retumbó en su espíritu: “Prepárate, porque serás usado para alimentar a muchos.”

DE ARGENTINA A LAS NACIONES

En 2005, Onías y su familia llegaron a Argentina. Allí, en un culto en Mar del Plata, el Señor confirmó el llamado a su esposa, María Chiquinquirá Álvarez Conde. Aunque Onías pasó por un tiempo de enfriamiento espiritual, el Dios de restauración lo alcanzó en Estados Unidos. Fue restaurado, renovado y redirigido al propósito eterno.

EL NACIMIENTO DEL MINISTERIO EL LEÓN DE LA TRIBU DE JUDÁ

Lo que nació como un sueño se convirtió en una misión. Así nació el Ministerio Misionero El León de la Tribu de Judá: con un rugido espiritual que declara guerra al infierno y anuncia libertad a los cautivos.

El ministerio ha dejado huella en Venezuela, Colombia, Estados Unidos y más allá. Dios levantó un ejército junto a Onías: pastores como Marleny Vera, adoradores como Marizol García y Mariatzi Colmenarez, líderes apasionados como Grecia Colmenarez y Johnier Santiago Barriga, y una familia espiritual que crece sin cesar.

PRIMEROS PASOS, PRIMERAS VICTORIAS

El primer evento de impacto social se realizó en la iglesia Movimiento Cristiano de San Rafael de Canaguá, liderada por Armando y Yoselin García. Allí no solo se predicó, sino que se alimentó, se vistió y se sanó. Porque el Reino no es solo palabras, sino poder y acción.

UN NOMBRE QUE DECLARA GUERRA AL INFIERNO

El 25 de abril de 2023, se creó un grupo de WhatsApp. Pero no fue cualquier grupo: fue un cuartel general de adoradores, pastores y evangelistas con una misión: alcanzar las naciones. Era el cumplimiento de Marcos 16:15 en formato digital.

EL MOVIMIENTO SE HACE INTERNACIONAL

El 25 de marzo de 2024, la historia volvió al lugar donde todo comenzó: Mesa de Quintero. Allí se celebró el primer evento internacional del ministerio, con los pastores Alexander y Norelys Márquez. No fue un simple evento: fue una descarga del cielo. Ayuda física, milagros, oración y salvación fluyeron como un río incontenible.

MISIÓN, VISIÓN Y UNA FAMILIA UNIDA

Misión: Demostrar el amor de Dios con hechos, ser Iglesia fuera de las cuatro paredes.
Visión: Ser una iglesia misionera internacional, faro de luz para las naciones.

Dios ha bendecido a Onías y María Chiquinquirá con hijos que también sirven al llamado: Mariangela, Anais Valentina, Albani Chiquinquirá, Horacio Bernabé y Rut Saray. Juntos, como familia, caminan bajo la nube de gloria.

Y ESTA HISTORIA… APENAS COMIENZA

Lo que comenzó con un radio encendido en un rincón de Venezuela se ha convertido en una ola imparable de fe, compasión y poder. El Ministerio El León de la Tribu de Judá no es solo un nombre, es un rugido del cielo que sigue resonando hasta lo último de la tierra